La extinción de las grandes corporaciones

El desmembramiento de General Electric, Johnson & Johnson y Toshiba señala el inicio de una nueva era

Los grandes conglomerados están de capa caída. Los desmembramientos de Johnson & Johnson, Toshiba y General Electric —que llegó a ser la mayor compañía de los Estados Unidos, con una capitalización de 600.000 millones de dólares— revelan la desafección que se vive hacia este modelo de negocio, que hace no tanto era sinónimo de excelencia. Y no se trata de un caso aislado, sino de una tendencia al alza. Así pues, la división de estas tres compañías, anunciadas este mismo mes, fue precedida por los divorcios de Vivendi y Universal,  Vmware y Dell, United Technologies, DowDuPont, ABB o Siemens, entre otros.

«Se está viendo que los conglomerados ya no tienen sentido. Hubo una época en que se percibían como una solución porque los servicios centrales gestionaban y creaban sinergias. Pero nos hemos dado cuenta de que muchas veces no es así, que las partes separadas valen más que el conjunto. El caso más llamativo es el de General Electric porque es el más grande, se trata de uno de los mayores conglomerados de la historia. Y lo están deshaciendo porque son más interesantes las filiales que el todo», explica Enrique Quemada, consejero delegado de ONEtoONE Corporate Finance.

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