Con los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York en máximos históricos y las valoraciones de muchas compañías por las nubes, el gran problema de los inversores es encontrar buenas oportunidades. Hasta Warren Buffett lo ha sufrido en sus carnes. 

A pesar de tener una caja de 144.000 millones de dólares para hacer compras, el «oráculo de Omaha» terminó dando un paso atrás con su despliegue de capital, según revelaron los resultados de su holding Berkshire Hathaway. Por supuesto, no es ya que no desvelara ninguna nueva adquisición. Es que las recompras de sus propias acciones alcanzaron los 6.000 millones dólares, la cantidad más baja desde mediados del año pasado. Su propia empresa está tan cara que le cuesta invertir más dinero.