A estas alturas no es noticia que Twitter y Facebook hayan bloqueado al todavía presidente Trump después de los hechos violentos del Capitolio. Sin embargo, la estela de noticias derivadas de este apagón forzado va a ser larga y podría tener implicaciones importantes en los modelos de negocio de este tipo de plataformas. 

Para Trump y sus partidarios ha sido especialmente amargo el movimiento de Twitter, plataforma preferida del presidente norteamericano a través de la cual publicaba sus consignas con profusa asiduidad a sus 88 millones de seguidores.