Detrás de la división de pareceres entre los socios del Gobierno español sobre la imbatibilidad del chuletón tradicional, se esconde un debate  mucho más profundo sobre los cambios en los hábitos de consumo -y en los flujos de inversión- necesitarios para fomentar que los hábitos de alimentación no se conviertan en un estorbo en la consecución del Acuerdo de París.

Se calcula que la ganadería genera un 15 por ciento de las emisiones de gases contaminantes, consume el 29 por ciento del agua dulce en el mundo y se la responsabiliza de estar detrás de una significativa pérdida de biodiversidad.