Acciones para exprimir la rentabilidad de las franquicias

Los inversores tienen en los mercados de valores una vía alternativa para entrar en franquicias. ¿Ventajas? La liquidez es una de ellas

Los inversores en acciones de McDonald’s han obtenido rentabilidades anuales del 13,63 por ciento.

¿Abrir una franquicia o invertir en acciones de una que cotice en bolsa? Esta es la primera disyuntiva que se les plantea a los inversores que ven potencial de crecimiento en este sector. La respuesta está clara para los expertos: «Depende de la enseña».  

El primer paso que tienen que dar antes de elegir una u otra opción es analizar bien los costes, el retorno de la inversión y la gestión, ya que «una buena gestión dará más beneficios que invertir en el valor en bolsa», apunta Javier Niederleytner, profesor del máster en bolsa del IEB. 

Otra de las ventajas de convertirse en franquiciado es tener el control directo del establecimiento.

«Podrá gestionar el activo y controlar los ingresos, los gastos, la eficiencia… mientras que si invierte en bolsa en una franquicia toma una participación minoritaria de ella y no tendrá acceso a gestionarla», argumenta Jesús Reglero, director del máster en dirección financiera de OBS Business School y socio de RS Corporate Finance. 

Ventajas de invertir en bolsa 

Acudir a la bolsa también tiene sus ventajas, entre ellas la liquidez. Si al inversor no le interesa mantener su dinero en acciones del franquiciador puede venderlas inmediatamente, mientras que, si ha invertido en un establecimiento, traspasarlo o venderlo supone un proceso que requerirá tiempo y esfuerzo.

Además, elegir ser franquiciado en vez de accionista «tiene más riesgo específico», en opinión de Félix López, socio director de ATL Capital y profesor del CEF, y supone un mayor consumo de recursos. 

El resultado que han obtenido en bolsa no ha sido igual para tres franquicias muy conocidas.

Inversión en bolsa al alza 

Las dos primeras son enseñas de restaurantes: McDonald’s y Yum! Brands, propietaria de enseñas como KFC, PizzaHut y Taco Bell. Ambas compañías han obtenido en los últimos 20 años rentabilidades positivas en bolsa derivadas de su revalorización y del dividendo.

En el caso de McDonald’s han sido del 13,63 por ciento y en el de Yum! Brands del 16,20 por ciento, muy superiores a los índices de referencia S&P 500 y MSCI World.  

«Las dos han sido excelentes inversiones, tanto en términos absolutos como relativos», considera Félix López, para quien una parte importante de su éxito se debe a sus franquiciados.

Sin embargo, «no todos los franquiciados han tenido éxito», ya que para que estos establecimientos funcionen, además de la imagen de marca, hay que tener en cuenta aspectos como la localización del negocio, la evolución de la demanda, la oferta en la zona en que estén enclavadas o las cualidades personales del franquiciado. 

Dia, a la baja 

En el lado opuesto se sitúa Dia. Los resultados obtenidos por los inversores que optaron por ella han sido «pésimos», en opinión de Félix López, y este año se repiten.

Es el tercer valor que más cae del Mercado Continuo desde enero, un 38 por ciento.  «En este caso podemos afirmar que la rentabilidad de la gran mayoría de los franquiciados ha sido mejor que la de la matriz», dice el experto.  

Todos estos factores hacen que no exista una respuesta contundente sobre la vía que es mejor para el inversor, si la franquicia directa o la inversión en bolsa. «No podemos asegurar que un camino sea mejor que otro porque existen muchas circunstancias que afectan al resultado final», reconoce López. 

Pero da una pista: la clave del éxito en la elección está en el trabajo previo de análisis del business case -herramienta estratégica que sirve para valorar y tomar la mejor decisión de inversión-, su seguimiento en el medio plazo y la resiliencia ante los posibles problemas que inversores o franquiciados se encuentren en el futuro.

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