China parece haberse recuperado de la desaceleración del Covid-19. Las exportaciones están creciendo a ritmo de dos dígitos y las ventas minoristas, que habían estado rezagadas durante meses, han vuelto a los niveles previos a la pandemia.

Con la vuelta a la práctica normalidad en la vida cotidiana, el país parece estar entonándose de nuevo. Sin embargo, los hogares más pobres siguen luchando todavía. El repunte que diseñó Pekín tiene forma de K, lo que agrava la creciente desigualdad de ingresos, que ya era un problema antes de la pandemia.