Un IBEX muy personal

EDITORIAL ● En el mundo pospandémico aparece otro invento bursátil que dará un vuelco a las carteras. Llega el momento de construir un IBEX muy personal

Si durante la pandemia el mercado convirtió a las SPAC, las conocidas como compañías de cheque en blanco, en el vehículo ideal para canalizar las salidas a bolsa, en el mundo pospandémico aparece otro invento bursátil que dará un vuelco a las carteras.

La indexación directa se perfila como una de las grandes revoluciones de la inversión pasiva.

A la diversificación que aporta ahora junto a unas bajísimas comisiones se une la posibilidad de que el inversor cree su propio índice bursátil. Gracias a la indexación directa podrá adaptar las inversiones pasivas a sus necesidades.

Incluso cuenta con interesantes ventajas fiscales.

Además, el inversor, por ejemplo, puede prescindir de los valores que no respondan a los criterios que marcan sus decisiones de inversión.

Es muy probable que las compañías que estén fuera del circuito ESG sean desplazadas de la mayoría de las carteras. Con la indexación directa es el inversor el que pone las reglas, el que marca hasta dónde quiere llegar en la personalización de los índices bursátiles.

El nuevo invento ha despertado un gran interés en Wall Street. Está previsto que desembarque muy pronto en el mercado español. Será el momento de construir un IBEX muy personal.

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