Metaverso: los errores de siempre

EDITORIAL ● Las inversiones en el metaverso son distintas, pero los inversores cometen los fallos de toda la vida

El metaverso se perfila como el lugar soñado para las inversiones. Despierta el mismo interés que la irrupción de las compañías de Internet a finales de la década de los 90 o la aparición más reciente de las criptomonedas. Y los inversores, si no toman las medidas adecuadas, corren el riesgo de cometer los errores de siempre.

No es recomendable entrar en un nuevo espacio sin la formación adecuada, si no se sabe qué es o para qué sirve, ni cómo se puede invertir en él. La falsa creencia de que el dinero fácil, sin riesgo, está ahí suele tener un potente efecto llamada al que acuden en masa perfiles que nunca se plantearían una inversión de esas características.

Y luego vienen los problemas, los mismos que vimos con el estallido de la burbuja.com o con el despegue y aterrizaje forzoso del bitcoin.

Esto no quiere decir que haya que evitar el metaverso. Además, será imposible. Ya se encargará Meta de dirigir a sus millones de usuarios de Facebook, Instagram y Whatsapp hacia el metaverso.

Si entra en una red social todos los caminos le conducirán al mismo espacio. Por esto y porque todas las grandes tecnológicas están volcadas en este proyecto, no parece probable que se repita el fracaso de una experiencia similar de mundo virtual, Second Life, que en 2003 generó una gran expectación que se diluyó con rapidez.

La gente se cansó y prefirió volver al mundo real.

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