El repunte de los tipos no ha finalizado

Imagen de Wall Street

En los bonos, precios y rentabilidad se mueven en sentido opuesto, de modo que cuando el primero baja la segunda sube. En lo que va de año hemos asistido a un repunte de cierta magnitud en los bonos gubernamentales, más contundente en los Estados Unidos que en Europa.

Por poner cifras: la rentabilidad del bono del Tesoro norteamericano a diez años, denominado en la jerga financiera el T-Bond, ha subido 80 puntos básicos, quedando en 1,70 por ciento, mientras que la de su homólogo alemán ha aumentado 30 puntos básicos, aunque todavía esté en territorio negativo, -0,30 por ciento.

Incremento de las expectativas de inflación

Aunque en la mayoría de las informaciones se apunte como presunto culpable al incremento de las expectativas de inflación, según nuestro análisis al menos dos terceras partes del aumento de la rentabilidad del T-Bond corresponden al alza de la rentabilidad real.

La rentabilidad real es la que resulta tras deducir los efectos de la inflación

A estos efectos, podemos entender que la rentabilidad real es la que resulta tras deducir a la rentabilidad nominal los efectos de la inflación.

Tradicionalmente esta cifra ha sido positiva, pero entró en los Estados Unidos en territorio negativo cuando apareció la pandemia el año pasado. Un aumento de la rentabilidad real se suele asociar en economía con una expectativa de recuperación económica.

Recuperación de la actividad

En este sentido, nosotros sí apostamos por una clara recuperación de la actividad, gracias a la vuelta a la normalidad de la actividad social tras lograr la inmunidad de grupo gracias a las vacunas, algo que irá produciéndose en el mundo desarrollado a lo largo de 2021.

Y mantenemos esta posición pese a que somos conscientes de la complicada situación de los nuevos contagios, especialmente en Europa.

La expansión de tipos reales es congruente con nuestro escenario económico

Desde esta óptica, esta expansión de los tipos reales es totalmente congruente con nuestro escenario económico, que, además, está bastante alineado con las casas de análisis globales.

Es más, pensamos que no hemos finalizado el repunte de los tipos de interés reales sino que más bien estamos en medio de un proceso que se antoja más largo y en el que no descartamos que vuelvan a territorio positivo desde el nivel actual de -0,70 por ciento en el caso del T-Bond.

Proceso más gradual en Europa

En Europa este proceso será mucho más gradual porque prevemos que la recuperación será mucho menos potente que al otro lado del Atlántico.

En síntesis, la reciente subida de rentabilidades de los bonos gubernamentales ha obedecido más a un aumento de los tipos reales que a al repunte de las expectativas de inflación.

 Y los tipos reales han respondido congruentemente a las señales de recuperación económica. El proceso no ha finalizado por lo que nos mantenemos infraponderados en bonos.

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