Domar al mercado

EDITORIAL ● Los bancos centrales, los que han traído la calma todos estos años, pueden desatar ahora la furia de las bolsas

Con la retirada de los estímulos por parte de los bancos centrales, el mercado volverá a su estado puro, salvaje. Y el inversor tendrá que utilizar todo tipo de estrategias para domarlo.

Son muchos años ya en los que las bolsas han contado con una red de seguridad ante las caídas. Invertir ha sido más sencillo, más predecible, porque no había lugar para grandes sobresaltos.

Pero todo llega a su fin y los bancos centrales, que con su intervención habían frenado la volatilidad en los mercados, están de retirada.

Tienen otras prioridades que atender, después de que los inversores hayan acumulado varios ejercicios de rentabilidades positivas. 

A partir de ahora los movimientos serán más bruscos, las subidas y bajadas de los precios de las acciones serán más acusadas.

Y el inversor está obligado a adoptar nuevas estrategias que le sirvan para hacer frente a un escenario al que no se enfrentaba hace tiempo.

Es curioso, pero los bancos centrales, los que han traído la calma todos estos años, pueden desatar ahora la furia de las bolsas si no se interpretan bien los movimientos que empezarán a ejecutar en las próximas semanas.

La inestabilidad, como se ha visto estas últimas sesiones, ha venido para quedarse.

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